Desde el punto de vista del propio individuo, una de las claves más fáciles de realizar es identificar, minimizar y eliminar las fuentes de distracción. Por ejemplo, limitando el tiempo que estamos en redes sociales. Porque nos damos cuenta de que nos roba tiempo. O poner el móvil en silencio y a cargar lejos de nuestro alcance mientras estamos concentrados en una tarea importante.
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