No era momento para la nostalgia. Franc debía desaparecer si no quería arrastrar al resto de la familia. Se enfrentaba a una realidad negra y espesa: le iban a dejar solo. Sopesaba la orden del capo recordando a los hombres que él mismo había dejado en mitad del camino. Y todo por un juez idiota que sacaba los pies del tiesto. Cuando, días atrás, cargó la pistola, no podía imaginar que sería el destinatario de la primera bala.
|
etiquetas: wyoming , pp , gurtel