Para saber qué pasa después de depositar una prenda en un contenedor de ropa usada, en Planeta Futuro comprobamos 15 prendas a las que hemos seguido el rastro gracias a la geolocalización. La mayoría sigue dando vueltas o están en naves y descampados. La mitad ha salido al extranjero dejando a su paso una monumental huella de carbono, contaminando, o alimentando redes comerciales opacas. Es decir, la ropa no siempre acaba en el lugar que deseamos cuando la desechamos y en los casos en los que llega, la huella ecológica del viaje es inmensa.
|
etiquetas: ropa usada , huella ecológica , geolocalización