Conatos de agresión, insultos, empujones, gritos, amenazas... ¿Debe un fotógrafo -o cámara, o redactor, o técnico de sonido- callarse y agachar las orejas o debe responder cuando le insultan? ¿Deben los profesionales permanecer impasibles ante los insultos porque es parte de su trabajo o todo tiene un limite?
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