Carl-Eduard von Bismarck, de 46 años, se convirtió en diputado en febrero de 2005 y, desde entonces, se ha ganado la fama de vago redomado entre el banquillo de la CDU, puesto que apenas se le ve en el hemiciclo ni cumple con el mínimo de los compromisos de su cargo. La Unión Cristianodemócrata ha instado a su diputado a que deje el puesto en lo que queda de año. Si se queda hasta 2008 se aseguraría una renta adicional de 631 euros al alcanzar la jubilación.
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