En Hannah y sus Hermanas, Woody Allen interpreta a un hipocondríaco, obsesionado con su cercana muerte. Espantado por la idea de desaparecer para siempre, a lo largo de la película explora distintas posibilidades de volverse religioso. Cerca del desenlace, sin embargo y felizmente, el personaje de Woody Allen recupera la cordura, y el resultado es este breve, sencillo pero incomparablemente delicioso alegato humanista. Quién lo iba a pensar. Dios es Los Hermanos Marx.
|
etiquetas: humanismo , cine , woodyallen