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#8:
En mi colegio entro en 3º un chaval que venia de otro colegio, se apodo 'el nuevo'. Cuando terminamos 8º seguia siendo 'el nuevo'. Al pasar al instituto se nos resetearon los apodos a todos
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#2 ¿Afeminado? Sí, como en el colegio le iban a llamar a uno algo tan fino.
#9 Intento cumplir las normas y ser educado, pero si, el término era otro 😉
#11
En mi colegio entro en 3º un chaval que venia de otro colegio, se apodo 'el nuevo'. Cuando terminamos 8º seguia siendo 'el nuevo'. Al pasar al instituto se nos resetearon los apodos a todos
#8 Yo era "el nuevo" todos los anyos. Pero de verdad. Putadón.
#8 Hmmm en mi clase se dio el mismo caso
Simpre habia un gordo, un largo, un cabeza, un orejas, el moro, el negro, el gitano, el canijo...
#1 el empollón, el friki, el gafotas, el afeminado...
#1 #2 y la panda de hijos de puta que usaban esos apelativos. Sí.
#3 No tenian porque ser unos hijos de puta. En mi pandilla absolutamente todo cristo tenia un mote, y de muchos no sabias ni su nombre real, no era raro llamar a casa de alguien y quedarte pensando en como se llamaba el tio porque te lo habia cogido la madre.
#3 Bueno, yo ya lo he superado y no necesito llamarles hp. La vida nos ha puesto en nuestro sitio a cada uno. La mayoría de los que puteaban en mi clase acabaron en prisión por delincuentes al cumplir unos años.
#7 Es curioso, pero conozco a varias personas que se puede decir que han tenido "éxito" en la vida que me han comentado que en su momento eran el marginado, puteado, oficial de la clase... y como bien dices, la mayoría de los que conocí que se dedicaban a putear sistemáticamente han terminado bastante mal... No se si será eso del Karma, o a lo mejor resulta que en el fondo de todo esto lo que tenemos es a gente que se siente inferior y con envidia de otros que buscan el puteo como forma de compensar sus debilidades...
#10 No creo en el karma, pero si sé que si estás pendiente de putear al resto no atiendes a clase. Y a la larga lo pagas.
Bill Gates decía que no te pasaras mucho con el empollón de clase, porque en el futuro podrías acabar pidiéndole empleo.
#3 Sin olvidar a los que callan y aplauden. No he tenido mala infancia, bueno el gafotas, pero el me preocupaba mucho más mis padres cuando llegaba semana si, semana no con ellas rotas que a lo que dijeran los niños. Pero ahora que soy padre, y observo desde otro punto de vista sus relaciones, hay un grupo de paniaguados, normalmente que rodean al chulito, que son los que realmente hacen daño a las victimas. Tontos hay 2 o 3 en cada grupo grande, se tiene que corregir su conducta, pero sobre todo, se tiene que educar, al resto del grupo, que callar y reír (no tienen consciencia de estar haciendo nada malo) los hace cómplices, y sin ellos, el chulito perdería toda su fuerza. Por ahora, no tengo constancia de que ninguno de mis hijos sea víctima o agresor, pero les intento educar, que no pueden participar de forma pasiva en ninguna agresión ni física ni verbal. El problema, es que te pases de frenada, y sobretodo cuando son muy pequeños, acaben siendo los fiscales de la clase, eso me pasó con un uno, a partir de los 5 años supo medir mejor la gravedad de las actuaciones de los compañeros.
#23 Un payaso no es nadie sin su público.
#1 #2 y un chino (que no era chino)
#4 Ahora con las adopciones de chinos ya han jodido ese mote.
#1 Es broma, es broma.
Adelgazando.
Venía a decir que qué bonito, que como el señor lo ha superado y se ríe del asunto pues ale, ancha es castilla. Pero me equivocaba de pleno, al menos es consciente de que le quita importancia a algo que la tiene y bastante además.
Hay motes ofensivos y otros que no lo son. Y luego hay motes que ofenden al "moteado" y nadie se da cuenta. En mi escuela todos llamaban "Nani" a uno con toda naturalidad, pero pocos sabíamos que procedía de "eNANIto", porque era un chico bajo. A él le jodía cada vez que le llamaban así, pero la mayoría de la gente no se enteraba. Por otra parte, en el instituto llamábamos "El Guarro" a uno y a él no le molestaba en absoluto, es más, yo creo que le hacía gracia.
Eso era lo normal y partirse la cara también,son cosas de infancia en esa época había dos clases de padres,el de como me vengas llorando por que alguien te pegó, te doy yo,y el otro no pasa nada no salgas a la calle quédate en casa hasta que se calmen las cosas y cogía y hablaban con los padres del, otro más rabia le cogian,gracias a Dios mi padre era de los primeros .
#20 El consejo de mi madre era mano de santo: "hijo, tú no te pelees con nadie, pero si alguien te pega, tú pega".
Cuando el otro era más fuerte que yo y no podía a golpes, entonces se llevaba su ración de arañazos, bocados y tirones de pelo. Ese ya no se arrimaba más, además de tener que explicar en casa por qué llegaba hecho un cristo.
En mi cole todos teniamos motes: el bolilla, el cabezón, el nariz pájaro. .. y todos nos descojonabamos insultandonos unos a otros. Solo recuerdo a uno que lo pasaba realmente mal por que no aceptaba tener mote, y claro, entonces era el blanco mas facil. Hasta el gordo se hinchaba de reir cuando nos insultabamos. No digo que fuese bueno, pero aprendimos a reirnos de nosotros mismos.
No tiene mucho sentido que la escuela te haga duro. En mi ciudad la tasa de paro es del 26 por ciento, en la ciudad de al lado 36, no necesitamos hacernos "duros", ¿no? ¿no necesitamos cooperar?.
Eran otros tiempos...en mí época todos, absolutamente todos teníamos un mote que por casualidades de la vida hacia siempre referencia a alguna características físicas, si eras gordo pues "el albóndiga", estrábico pues "el bizco", con la cabeza gorda "el puntilla" y nadie se sentía ofendido ni necesitabamos terapias con el psicólogo del colegio. Por cierto el albóndiga siempre era el portero del equipo y tan feliz. Por cierto uno de los grandes traumas en mi época es que a alguno nos pusieran gafas, eso era lo máximo a cuanta humillación podías sufrir.
#21 Había por ahí una historia graciosa de cómo había evolucionado la educación. No la encuentro, pero decía que en los 60, ibas con una navaja al colegio, y el profesor la cogía y la comparaba con la suya y te la devolvía. En la actualidad te llevan al consejo escolar por portar armas blancas, tienes que ir 3 meses al psicólogo, y las madres les dicen a los niños que no se junten contigo.