Hace 5 años | Por JanSmite a yorokobu.es
Publicado hace 5 años por JanSmite a yorokobu.es

Jun Mizuno no forja cuchillos. Más bien los esculpe. Trabaja en la trastienda de un negocio minúsculo en una tranquila calle de la ciudad de Sakai, en la prefectura de Osaka, encajonado en un hoyo de apenas un metro cuadrado y flanqueado por dos monstruos mitológicos: una fragua que vomita aire ardiente y un martillo que berrea cañonazos. Hace 145 años que la familia Mizuno vertebra metal con fuego y agua para dar forma a la herramienta clave de la cocina tradicional japonesa: el wa-bōchō…

Comentarios

frg

#6 ¡Ves!, ¡justo que decía! lol

D

#7 Lo que no descubra un nipón...
Saludos.

D

La mitologia de los cuchillos de cocina japoneses es exagerada.

D

Que mierda de título para un artículo interesante

D

Y luego vas y se los bajas al afilador que pasa con su armónica por la calle..

D

¿Umami?
Saludos.

frg

#1 ¿Qué es eso?, ¿un fabricante de glutamato monosódico?

Uge1966

Mi positivo. Un buen artículo.

trixk4

Bonito artículo. +1.
Es interesante como algunos artesanos siguen trabajando como antaño y se les valora por ello.
Lo triste es que la gran mayoría de estos talleres van cerrando poco a poco... y da igual si son los mejores o del montón.