Los complejos de casas unifamiliares con jardín etiquetados como turismo verde están muy lejos de serlo. En cambio, los hoteles de 20 plantas concentrados en Benidorm son una modalidad de turismo más ecológico. Ésta es la llamativa conclusión de un estudio elaborado por Antonio Manuel Rico-Amoros, de la Universidad de Alicante, y Jorge Olcina-Cantos y David Sauri, de la Universidad Autónoma de Barcelona. La razón es que el turismo de masas y concentrado en hoteles en rascacielos consume menos territorio y agua que la edificación dispersa.
Comentarios
Cuando se juntan investigadores sin escrúpulos, dinerito fresco y unos whiskys-cola pueden producir conclusiones de cualquier tipo.
Consume menos agua, menos asfalto, menos coches, menos gasolina. [en proporción al numero de residentes]
Benidorm tiene otros problemas como el consumo excesivo de agua y la masificación.
No es tan sencillo diría yo. Concentrar a tanta gente en menos espacio también quiere decir que cabrá más y más gente. Y eso no es positivo. Eso genera macrociudades que no tienen recursos de los que abastecerse. Tampoco hay que olvidar el impacto paisajístico de estas concentraciones que pueden acabar con la gallina de los huevos de oro