Caminas de prisa. Has percibido mi presencia, sabes que te sigo. Intentas perderme entre el gentío, pero ¿Cómo esquivarme? No sabes quién soy, no tienes idea de donde estoy.
No es mi intención asustarte ni perturbarte, tampoco te espío; sólo sigo el rastro de tu aroma. Apenas si aspiro a re andar las huellas de tus pasos. No temas, que mi devoción está lejos del más mínimo deseo de dañarte.
Carezco de reclamo alguno, mas, vayas donde vayas, allí iré yo. Aun cuando puedes percibirme, no puedes visualizarme caminando tras el extremo final de tu