Los opositores del presidente Trump, desde manifestantes callejeros hasta funcionarios electos, recurren a una táctica distinta para rechazar su agenda: el humor y la burla. Pero no se trata de una decisión a la ligera. El rechazo satírico o absurdo tiene como objetivo socavar la autoimagen de fuerza que prefiere Trump y mostrarlo a él y a sus aliados como fundamentalmente ridículos.
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etiquetas: usa , oposición anti-trump , humor como estrategia , populismo neofascista
Atacar a Trump por tirano y peligroso sólo hace que los convencidos se cierren aún más. Romperle la imagen, y dejarle a la altura de lo que es, un bobo que como mucho sólo sabe encantar serpientes, le quita la venda de los ojos a más de uno.
Como te dice #17, el KKK y más de una secta cayeron así.
El tío con más sentencias de usa saldría indemne, sea supuesto pedofilo, haya incitado a un golpe de estado, se haya inventado un intento de asesinato… este libre
Putos zurdos que no se enteran.
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¿No es ridículo lo de los dos que adulan a Trump? Eso es una mina para ridiculizarlos.
Seguramente lo primero sea hacer mofa, pero se van a ver pronto ante el espejo.