Cada vez que aparece un auto de la jueza de Catarroja, Nuria Ruiz Tobarra, que lleva a cabo la investigación de la tragedia de la DANA, a la derecha valenciana se le interrumpe la respiración. A los pocos minutos, vuelve a tomar aire sabiendo que no podía esperar otra cosa. Los autos no solo hacen avanzar la instrucción, sino que desbaratan las alternativas del PP con las que desviar la atención sobre la responsabilidad de Carlos Mazón y de su Gobierno. Era cuestión de tiempo que se iniciara el juego sucio.