#6 Es muy subjetivo, claro, pero igualmente siempre hay cosas nuestras que las leemos y nos ruborizamos, o nos enajenamos, y que nos inflaman un poco el orgullo...
O que ha pasado tanto tiempo que ni nos acordamos, y leemos algo y decimos "coño, qué bueno, ¿ de quién era esto?" Y nos sorprendemos al recordar que era nuestro.
Muchas veces la propia crítica es feroz, y mucho más despiadada, menos indulgente que con el resto...
#5 Se trata de meterse en muchos y diversos jardines ( a la vista está en mis comentarios ) y esta me hubiera encajado perfectamente, cual dildo hecho de encargo. Siempre invitadísima, Mina Mazzini.
Te dejo un par de crossovers, de Mina cantando canciones de Baglioni ( jardines donde meterse, mis preferidos... ):
Yo suelo pensar que no es un oficio voluntario, que es más bien como una enfermedad, que te sucede involuntariamente, aunque no demasiado grave, salvo algunos episodios de inflamación petulante, cuando te sale alguna cosa de esas de levantarse el sombrero.
El alcalde de un pueblo de la zona, dijo haber visto un animal prehistórico por la sierra. Si bien es cierto que era el último superviviente de una comuna hippie, y puede que estuviera bajo los efectos de alguna sustancia...
Yo personalmente no descartaría nada, hay zonas muy vírgenes y despobladas.
No había agua corriente, pero había muchos pozos.
Donde los hubiera. En los pueblos de mi zona había pocos, y se bajaba al río a por agua ( sé que la RAE se empeña en que es "se bajaba al río por agua", pero yo me reitero en que es ambiguo, y tiene su razón de ser decir "a por agua" ).
En los años 50 seguiría habiendo burros, bueyes y caballos.
Y en los ochenta, y en los noventa, y en los dos mil... Hay pueblos muy arcaicos.
Después tractores y bicis.
También, claro, aunque pocos, y en algunas zonas tampoco servían de mucho, porque se sembraban los montes a falta de suficiente vega.
Si uno de tus abuelos era agricultor, tendría épocas en las que se inventaría qué hacer. Después de sembrar, ¿qué? Tiempo libre hasta la partida de mediodía en el bar. Lo de la huerta, más de lo mismo. El tiempo que habitualmente se gasta en una huerta depende, claro, del tamaño, pero en explotaciones pequeñas es parecido al que la gente gasta en ir a comprar al súper y nadie llama a eso “trabajo”
Creo que no entiendes cómo se vivía en algunos pueblos. Se trabajaba todo el día, casi todos los días. Cuando no atendiendo a la agricultura, atendiendo al ganado, remendando ropa y tejiendo ropa nueva, haciendo carbón, fabricando y reparando herramientas en la forja, llevando productos a mercados cercanos y lejanos a pie ( el burro llevaba la carga, no podías ir encima ), y te hablo de muchos kilómetros por la sierra, reparando o haciendo acequias, cortando y trasladando madera, y así hasta un infinito cúmulo de tareas que no te podrías ni imaginar. El tiempo sobrante era -9000.
Claro que depende mucho de la zona, de la riqueza que tuviera alrededor, pero estamos hablando de aldeas extremadamente pobres.
En mi zona todo el mundo era agricultor, ganadero, carpintero, herrero, y unas cuantas cosas más. No había otra.
#27 Eso es cierto, pero la conservación de esos miles de barriles en el fondo marino no augura que se dé en buenas condiciones, y si bien la radiación directa no te va a dañar, que se esparzan esos residuos por todo el océano no puede traer nada bueno.
#4a esa esquina entre Benvanete y Sanabria, que es la tierra de mis abuelos.
Coño, yo te hacía más galaico, y te iba a decir que mi tierra comparte bastante con la tuya, pero es que al parecer la cercanía es alarmante.
Tampoco des más datos, que al final dejamos el DNI para solaz de IAs y enemigos públicos , pero digamos que te iba a invitar a mi tierra, y resulta que es también la tuya.
Incluso a día de hoy vas pro allí pensando que , como tengas una avería, te come un tiranosaurio.
Creo que he hecho este comentario varias veces a algún foráneo, sin cambiar ni una coma.
porque fuera de romanticismos, vaya costras de miseria (distinta de la pobreza) pueden verse en algunas cosas por allí...
Mi padre siempre decía que Buñuel hizo el documental sobre Las Hurdes, porque no fue un poco más para arriba. Mi aldea de irreductibles galos era mucho peor cuando yo la conocí, no quiero imaginarme en la época de Buñuel.
Si te acercas por el terruño algún verano, va a ser sencillo que acabe gastándome cierto dinero en birras
Relato duro y agridulce. Y con ese punto de humor que te lleva a pensar que la muchacha es lista, porque ha intuido que son más seguras las afueras de un genocidio que la cercanía de los balcones, para según qué turistas.
Por cierto, la aventura con el cactus la compartimos, incluyendo en mi caso la pícara mirada de alguna amiga muy interesada en el previsible y consecuente desnudo que iba a protagonizar...
En eso me ganas , yo no he pasado de darme un breve paseo en tan tozudo y epigramático animal.
En lo demás coincidimos, y seguramente en algunas otras desventuras que nos han dejado una mirada céltica - si no aventuro mal - y el poso de conocer el pasado desde dentro, no como una saudade transplantada o travestida, sino con los ojos de quien lo ha visto suceder.
No somos conscientes de lo mitológicos que somos como animales los de algunas generaciones...
Rima LXXV
¿Será verdad que cuando toca el sueño
con sus dedos de rosa nuestros ojos,
de la cárcel que habita huye el espíritu
en vuelo presuroso?
¿Será verdad que, huésped de las nieblas,
de la brisa nocturna al tenue soplo,
alado sube a la región vacía
a encontrarse con otros?
¿Y allí desnudo de la humana forma,
allí los lazos terrenales rotos,
breves horas habita de la idea
el mundo silencioso?
¿Y ríe y llora y aborrece y ama
y guarda un rastro del dolor y el gozo,
semejante al que deja cuando cruza
el cielo un meteoro?
¡Yo no sé si ese mundo de visiones
vive fuera o va dentro de nosotros:
lo que sé es que conozco a muchas gentes
a quienes no conozco!
G.A. Bécquer