La Comisión Europea acaba de proponer la creación de tres nuevas autoridades de vigilancia financiera, algo así como supervisores, para los sectores de banca, seguros, fondos de pensiones y mercados financieros en general, además de una Junta Europea de Riesgo Sistémico para la prevención de los desequilibrio. Los nuevos órganos harán públicas las irregularidades, pero no tendrán poder sancionador con lo que serán los propios mercados financieros y en última instancia los clientes los que se encargarán de «castigar» a las entidades.
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