‘Stop Creuers’ asegura que “hablamos de una industria totalmente superflua e innecesaria, altamente contaminante y responsable de una de las modalidades de explotación turística más depredadora en nuestra ciudad. Genera lugares de trabajo extremadamente precarios y se lleva los beneficios a madrigueras fiscales. Una industria que, especialmente en emergencia climática, hace falta urgentemente reducir de forma progresiva hasta eliminarla. Son resort de lujo, no un medio de transporte”. El Puerto de Barcelona ensalza, en cambio, los beneficios.
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