La estrategia de esta derecha extrema y asilvestrada pasa por la utilización obscena del terrorismo y de las víctimas, la agitación callejera, la desestabilización de las instituciones del Estado y la apelación a las vísceras, con una política de tierra quemada que le permita postularse como único salvador posible del caos que el mismo PP provocó. En esta estrategia vale todo. Vale la mentira, la patraña y la manipulación.
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