Hace 11 años | Por Mushishi a yorokobu.es
Publicado hace 11 años por Mushishi a yorokobu.es

En Las Vegas, hay poca querencia con el pasado. Si un casino no funciona, a los magnates del juego no les tiembla la mano a la hora de demolerlo y construir un edificio nuevo en su lugar. Quizá tenga algo que ver el hecho de que, hace un siglo, el lugar era un secarral con apenas 800 habitantes. Pero hay un grupo de ciudadanos que se resisten a ver desaparecer uno de los legados más potentes de la imagen de la ciudad: sus señales de neón.

Comentarios

noexisto

Es tan, tan, tan famoso que hasta Alaska a y Mario Vaquerizo estuvieron allí