A menos de un mes para las elecciones catalanas del 21D, 'Salvados' sienta en una mesa al expresidente del gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y al expresident de la Generalitat, Artur Mas, para hacer un repaso al pasado, presente y futuro de la situación catalana. Jordi Évole modera la conversación entre ambos políticos con un punto de partida: el Estatut de Catalunya que los dos pactaron en una reunión secreta en la Moncloa cuando Zapatero era presidente del Gobierno y Mas era jefe de la oposición, en febrero de 2006.
Comentarios
Mira que estoy en las antípodas de Artur Mas, pero me dio algo de vergüenza ajena escuchar en según que momentos a Zapatero. Además, hubo momentos en los que directamente ni dejaba hablar a Artur Mas. La verdad es que ninguno de los dos tenía argumentos demasiado convincentes para defender sus respectivas posturas.
No creo que guste a nadie de Meneame, todos sois podemitas!!
#0 Mas no lleva tilde
#2 Corregido, lo copié tal cual de la Sexta, que lo ponen con tilde. (Puede ser intencionado o no, pero por respesto al nombre de este señor se lo quité)
Un poco más y se pegan.
Buena muestra de que el lloroindependentismo se está hundiendo, al menos de forma mediática, ayer Salvados perdió 800K televidentes
http://vertele.eldiario.es/audiencias-canales/analisis-espana/audiencias-domingo26noviembre-chester-risto-mejide-evole-salvados_0_1961803802.html
#6 salvados= brazo mediático del fascismo.
2 semanas anteriores publirreportaje contra maduro,
en coordinación con otros mass media.
1 programa más vocero de los intereses.
Ya no habla de electricidad, ave, pantanos, etc.
No merece.
#7 Dar opiniones o enfoques distintos a las que pienso = Fascismo
Dos programas opuestos a lo que pienso = han abandonado los problemas reales de la gente.
#9 la agenda de los mass media (al servicio de la banca) es clara.
Cada uno se adecúan o no, a ella.
La banca lo tiene claro, y tú también.
Sorprendente oír a un "democrata" diciendo que los electos deben de manejar la voluntad popular a su antojo, independientemente de sus anhelos y las promesas electorales. Otro que lo de la supremacía de unos pocos sobre la inculta plebe