Hace 5 años | Por --550559-- a yorokobu.es
Publicado hace 5 años por --550559-- a yorokobu.es

Salomon Shereshevski murió con el hígado destrozado en Moscú. Era 1958 y los últimos años se los había pasado bebiendo para olvidar. Fue el primer caso científicamente documentado de hipermnesia (exceso de memoria), y la prueba de que un don puede ser una maldición.

Comentarios

b

#2 Eso iba a decir yo. Seguramente lo de su novia es memoria finita, pero muy focalizada en recordar todo lo malo que haya hecho este pobre hombre durante cada segundo de su vida lol

garuse

#1 Ni a la mayoria de las madres lol

gelatti
D

#3 Gracias, por hacer una llamada a los votos negativos.

D

#6 Al menos pon enlaces moderadamente recientes y/o que los links al artículo funcionen.

Los que no somos unos viejos te lo agradecemos.

Ripio

#7 No tengo ninguna obligacion de hacerlo.
Y máxime cuando usuarios veteranos conocedores a la perfección de esto, se limpian el culo con el buscador a ver si suena la flauta.

n

#8 Pues a mi personalmente me ha parecido suficientemente relevante e interesante como para volver a leerla.

Ripio

#12 Me parece muy bien.

ElPerroDeLosCinco

Estos casos hacen pensar que el cerebro humano realmente puede albergar todos esos recuerdos, pero que no lo hacemos o no somos conscientes de hacerlo, porque es más eficiente conservar solo los más importantes. Pero saber que tenemos esa capacidad potencial es impresionante. Aún sabemos muy poco de la mente humana.

sotanez

Estaban las caras, por ejemplo: «Las caras –confesó a Luria– son tan inconstantes, cambian tanto con el estado de ánimo, dependen tanto de las circunstancias del encuentro, varían tanto con la luz que me resultan imposibles de recordar».

Para él, una misma persona enfadada o alegre eran dos personas distintas. ¿Recordaría su propio rostro? ¿O tal vez, como al Funes de Borges, le sorprendía cada vez en el espejo? ¿Acaso, como expresó el propio Luria, alguien puede recordar las fluctuaciones de una ola?

Y con las voces le ocurría lo mismo, porque «la persona es alguien que cambia de voz veinte o treinta veces durante el transcurso de un día, la gente no lo advierte. Yo sí».


Tienes overfitting, tío. Mete un dropout o dos entre la junta y el manguito a ver si tira.

m

Interesante lectura.