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Sacarse la polla y comérsela, un juego de caballeros

Para responder, debemos retroceder hasta el siglo XVII cuando, como se demuestra en las obras de Cervantes, había multitud de juegos de cartas para matar el tiempo. De hecho, como ocurre en otros temas en donde se inmiscuye la iglesia, su condena en Fiel desengaño contra la ociosidad y los juegos. Utilíssimo a los confesores y penitentes, justicias y los demás, a cuyo cargo está limpiar de vagabundos, tahúres y fulleros la República Christiana (1603) del clérigo Luque Faxardo permite conocer sus variedades y particularidades.

| etiquetas: naipes , cartas , juego de hombres , origen expresiones
No empezenos a chuparnos las pollas todavía, vamos a leer el artículo antes  media
Pero sin mariconadas.
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No solo se sacaba la polla, sino también las pajas, que eran cartas, no muestras de amor propio. También se podía meter la polla con la expectativa de reponerla antes de elegir palo. Doblar la polla puede sonar incómodo, pero también se decía doblar la parada o, como se entendería actualmente, doblar la apuesta. Fallar significaba tomar con triunfo el rey o la carta de otro palo con la que salió jugando, mientras arrastrar era salir triunfando en las cartas del palo que ha elegido el hombre,

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