Interesante hipótesis del creador de Dilbert acerca del indicador "L-to-E" para la salud económica de un país a largo plazo. [C&P]"Cuando tienes un martillo, todo tiene forma de clavo". Los ingenieros construyen cosas y los abogados denuncian a la gente. Si asumimos que a ambas profesiones les gusta estar ocupados la mayoría del tiempo, necesitas más ingenieros que abogados para crear crecimiento neto.
#3#4 Pues lo que decís tiene más importancia de lo que parece. Lo que estudió la mayoría del congreso (los que estudiaron algo) es Derecho (carrera que la mayoría no ejercieron) y ese tipo de formación se basa en la dialéctica, en la idea de que todo es opinable e interpretable. En cambio, un ingeniero sabe que la mayoría de problemas pueden ser atacados por un procedimiento racional y analítico que lleve a una solución óptima o lo más cerca del óptimo que sea posible y que esa solución no depende de ideologías.
Un ejemplo claro es el trasvase del Ebro. Yo no sé si el trasvase o las desaladoras son la solución, pero seguro que un análisis técnico-económico esclarecía la solución. En cambio los políticos prefieren meterlo en la arena política, por que no saben hacer otra cosa, y tratarlo como si fuera algo ideológico.
#4 El problema es que a un ingeniero de verdad le encanta su trabajo y la idea de tener que dedicarse a la política le horroriza.
Comentarios
Y nos tenían engañados que el indicador más importante era el PIB...
La razón presidentes / trajes también es bastante ilustrtiva del estado de un país
Uhm! se me acaba de ocurrir una idea...
¿Que tal si el ministerio de igualdad se preocupara por una distribución paritaria de L-to-E en los cargos políticos?
Igual el país tiraría adelante...
#3 #4 Pues lo que decís tiene más importancia de lo que parece. Lo que estudió la mayoría del congreso (los que estudiaron algo) es Derecho (carrera que la mayoría no ejercieron) y ese tipo de formación se basa en la dialéctica, en la idea de que todo es opinable e interpretable. En cambio, un ingeniero sabe que la mayoría de problemas pueden ser atacados por un procedimiento racional y analítico que lleve a una solución óptima o lo más cerca del óptimo que sea posible y que esa solución no depende de ideologías.
Un ejemplo claro es el trasvase del Ebro. Yo no sé si el trasvase o las desaladoras son la solución, pero seguro que un análisis técnico-económico esclarecía la solución. En cambio los políticos prefieren meterlo en la arena política, por que no saben hacer otra cosa, y tratarlo como si fuera algo ideológico.
#4 El problema es que a un ingeniero de verdad le encanta su trabajo y la idea de tener que dedicarse a la política le horroriza.
Mira por dónde, yo siempre he pensado que debería haber más ingenieros en política.