Publicado hace 10 años por neotobarra2 a tejedorasin.wordpress.com

Enrique González Duro, uno de los psiquiatras más destacados de nuestro país y prolífico escritor, acaba de publicar sus memorias en Amazon. Es la historia de un médico consagrado durante más de 30 años a defender los intereses de los pacientes en la sanidad pública. «En España, el ejercicio de la psiquiatría ha estado siempre unido al poder y se ha tratado más como una cuestión de orden público que de salud mental. Esperemos que haya fuerzas contrarias para no volver a situaciones delirantes», afirma.

Comentarios

neotobarra2

Es una entrevista muy interesante. Pego algunos fragmentos:

La fatalidad de la psiquiatría es que no ha podido desligarse del poder. La especialidad médica surge tras la Revolución Francesa como el intento de respuesta ante el fenómeno de la locura. A los locos entonces se les encerraba en mazmorras porque molestaba su conducta. Pero los ciudadanos locos también debían tener derechos. Fue la primera especialidad objeto de preocupación de los políticos. En España, durante muchos años, los psiquiatras pertenecían al bando vencedor de la Guerra Civil y no eran fiables. Hoy, la corriente defendida por los psiquiatras de EE. UU. con el biologismo y el uso abusivo de medicamentos ha triunfado sobre otras alternativas para tratar al enfermo mental. Las terapias que no son farmacológicas van perdiendo fuerza. Además, a las farmacéuticas se les ha concedido el beneficio de formar a los psiquiatras. Hay muchos intereses… Nuestro papel es aliviar el sufrimiento y enseñar a la gente a disfrutar, aunque esté sola. La enfermedad mental es en muchos casos un fenómeno sociofamiliar, y muchos enfermos lo están porque siguen enredados en una red familiar patológica y son incapaces de prescindir de ella.

Los luchadores antifranquistas se jugaban el físico y lo hacían sin subvenciones. Sus herederos se han corrompido. «Te colocamos al hijo», les dicen los de la patronal. Hay muchas formas de corromper a la gente. La corrupción crece y es una mancha que se va extendiendo en toda la sociedad. La ideología dominante es que vale el que triunfa. Lo vemos a diario hasta en los concursos televisivos. El pobre es el que no vale, el perdedor. Hay que enriquecerse, aunque sea robando. Los deportistas, especialmente los futbolistas, son ídolos sociales. [...] El aprendizaje de esa actitud de no querer saber empieza muy atrás, cuando Franco murió y le sucedió quien él mismo había designado como sucesor con el título de rey, y su régimen quedó intacto, aunque pronto evolucionara hacia una peculiar reforma democrática que implicaba el «olvido» de todo lo que había sucedido en la Guerra Civil y durante una eterna dictadura; la amnistía para todos los vencedores y la permanencia de ciertos principios fundamentales. No hubo ruptura democrática y se pasó sin solución de continuidad a un régimen formalmente democrático que beneficiaba, de manera abierta, a «los de siempre», incluido Felipe González, personaje sobre el que acepté escribir una biografía psiquiátrica tras los escándalos del referéndum anti-OTAN, Filesa o el GAL. Y descubrí, entre otras cuestiones, que se había fabricado una historia ficticia sobre sus propios antecedentes familiares: había contado que su padre había sido, durante la guerra, presidente del Ateneo republicano de un populoso pueblo sevillano que desde el comienzo de la contienda había sido tomado por las huestes nacionales de Queipo de Llano, cuyas actuaciones represivas eran siempre bien conocidas. Sin embargo, su padre había sido el peón de confianza del Algabeño, famoso por las mortíferas partidas que organizaba para exterminar a los rojos de las comarcas cercanas, que eran «cazados como conejos». Curiosamente, Felipe siempre se había mostrado contrario a una ley sobre la memoria histórica. Hay que acabar con la impunidad de ayer y de hoy, y volver a la lucha ideológica.

noexisto

Juer, me ha dejado prendado. Copio y me la apunto a favoritos. Aunque sea testimonio de parte (vease quien lo ha republicado) está muy interesante y creo que bastantes de sus afirmaciones (si no todas) son más que ciertas. Así lo viví, así lo cuento.

"Yo empecé mi carrera profesional en la clínica de López Ibor, un hombre de derechas, culto y muy preparado para el nivel que había en esa época en España. La otra figura de la psiquiatría española de referencia, enemigo de López Ibor, era Vallejo-Nágera, heredero de los psiquiatras alemanes nazis. Cuando empecé a trabajar leía a escondidas libros de psiquiatría traducidos que me traían de Argentina y también comencé a psicoanalizarme. ¡Tuve que hacerlo clandestinamente! Me di cuenta en pocos meses de que con Juan López Ibor, el máximo exponente de la psiquiatría española, iba a aprender exactamente lo que no se debe hacer con un enfermo. Freud no parecía interesar mucho a mis maestros de entonces. Pongo un ejemplo que demuestra el espíritu de esa época: el sexo era un tema tabú que este psiquiatra asociaba con el infierno. Cuando un enfermo intentaba explicarnos su sufrimiento por motivos sexuales, don Juan apenas le dejaba hablar y le cambiaba o aumentaba la medicación. Y a otra cosa."

elgatolopez

y añado que la salud mental en este país,actualmente, está muy controlada por la iglesia católica.

g

Thomas Szasz, uno de los fundandores de la anti-psiquiatría:

mopenso

Este señor es una mina, lujazo de entrevista.
Solo comentar que, sorprendentemente, lo de Felipe González no me ha sorprendido en absoluto.