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#2:
Preguntenle a los madrileños que no venían al pueblo desde hace 3 años y acaban de llegar ayer justamente que casualidad.
Comentarios
Preguntenle a los madrileños que no venían al pueblo desde hace 3 años y acaban de llegar ayer justamente que casualidad.
#8 Me sigue pareciendo un articulo irrevelanterrimo.
Por lo que se sabe hasta ahora el coronabicho se transmite por via aerea, por lo que sera mas sencillo pillarlo en un vagon de metro enlatado con otras 100 personas que en un pueblo donde ademas el espacio personal es mas amplio (la gente se acerca menos unos a otros).
Pero claro, estan los pueblerinos como #2 acojonados
La mejor explicación que he visto
A partir de 6:50 viene la simulación con viajeros y sin viajeros.
Para los que no quieran leer, según el articulo....es peor irse al pueblo.
Cito el último párrafo:
Así, como el infausto protagonista de 'Cita en Samarra', cuando los jóvenes adinerados del 'Decamerón' creyeron burlar a la parca en la ciudad escapando al campo, en realidad, se entregaron irremediablemente a ella sin saberlo.
#5 En el caso de la peste bubonica que se transmitia por las pulgas de las ratas, en el caso que nos ocupa no estoy tan seguro.
#7 Cierto es...por eso digo, que según el articulo, siguiendo lo que pasó en el pasado, no es recomendable, pero, la peste bubónica se transmitia por las ratas, y esta....ni lo saben o si....
Sobre lo de que por los pueblos circulan muchos más roedores que por las ciudades tengo ciertas dudas. Hoy en dia es mucho más fácil ver ratas en los jardines de las ciudades que en cualquier prado o bosque.
vaya titular click-bait habla de una epidemia, y la respuesta que da es para la peste negra que se transmitia por las pulgas de las ratas y a penas entre humanos, igualito que cualquier otra epidemia...
Clickbait y con conclusión errónea al comparar dos transmisiones diferentes.
Interesante. Desconocía que la peste no se transmitía entre humanos -no masivamente-. Meneazo.
#1 La peste negra tiene una anécdota histórica bastante peculiar.
El arzobispo de Milán, ordenó emparedar (era el señor de Milán por aquel entonces) a cualquier casa que tuviese gente afectada por la Peste. Esto hizo que todos los emparedados murieran dentro de sus casas, pero el hacerlo provocó que murieran también las ratas y que la propagación de la enfermedad bajara mucho.
Esto hizo que Milán tuviera muchos menos casos que las ciudades de alrededor.