Hace 5 años | Por memnon a madridiario.es
Publicado hace 5 años por memnon a madridiario.es

Hace poco más de un año, Raúl, un vecino ciego de Moncloa, iba junto a su perro guía por la calle Ramón Crespo cuando, en un momento dado, se dio un golpe con un hierro saliente de un poste de telefonía. "Me dejé los dientes", relata en una conversación con Madridiario. Desde entonces, inició una contienda burocrática para eliminar este tipo de elementos en las vías públicas con el fin de mejorar su accesibilidad.

Comentarios

D

Podría explicar aquí lo difícil que es legislar. Siempre habrá algún grupo favorecido y otro perjudicado.
Yo mido 1,98 m, estoy muy jodido de la espalda (con frecuentes lumbalgias) y me molesta tener que agacharme a tocar un timbre o el piso de un ascensor desde que el Código Técnico de la Edificación obliga a que todos estos dispositivos estén a una altura suficiente como para que un discapacitado pueda pulsar la botonera.

d

#2 me pasa lo mismo con muchos cajeros pero independientemente de eso creo que es más sencillo para nosotros agacharnos (aunque duela la espalda) que para un discapacitado llegar a según que altura (que normalmente es directamente imposible)

D

los bolardos mataciegos

Ha probado usar un palo para sentir lo que hay delante?

D

Si tenéis oportunidad, apuntaos algun día a una de esas "experiencias" en las que puedes caminar por tu ciudad usando una silla de ruedas, unas muletas o un antifaz que impide la visión.

Tu ídem de la ciudad, cambiará por completo. Te hará mejor persona, desde luego.

(o al menos, te dará cargo de conciencia cada vez que aparques en una esquina o acera impidiendo el paso de una silla de ruedas)