Tres mil euros en una mañana. Ése es el botín que pueden obtener, de media, los niños que se dedican a asaltar a los usuarios de cajeros automáticos en Valencia y contra los que la ley no puede actuar al ser inimputables penalmente porque son menores de 14 años. Los menores nunca son detenidos con el dinero encima porque se lo dan enseguida a un adulto. La que algunos ya han bautizado como «la nueva plaga delincuencial del siglo XXI» sigue adelante.
|
etiquetas: seguridad ciudadana , robos , policía , menores