Los traficantes libios le habían quitado la mochila donde llevaba la medicación. La niña de 10 años se encontraba ya sobre la barcaza junto a sus padres y varias hermanas cuando los traficantes le arrebataron la mochila. El padre se enfrentó a ellos e intentó recuperarla, pero resultó inútil.
#4 No me refería a ser ateo sino al hecho de hacer gala de ser ateo. ''Soy racional y los de las supersticiones que se jodan hasta que aprendan''. Qué listo. Lo normal y digno de señalar por la miseria que contiene.
#3 Hombre, un poco sí te ha debido chocar puesto que lo mencionas. No hace falta que la muerte de una niña te produzca gozo, ni siquiera ser ateo para entrever que en el Islam nada escapa al plan de Dios, inshallah, así que quizá pensaron que la insulina era secundaria.
No sé si la noticia es sensacionalista ya que la insulina es necesaria en casos hiperglucemia y no creo que en una patera con falta de alimentos y deshidratación se le suba a alguien el azúcar. Aún así, es una pena.
Comentarios
Qué puta mísera vida
Es tremendo lo que esta pasando y que Europa no haga nada
#4 No me refería a ser ateo sino al hecho de hacer gala de ser ateo. ''Soy racional y los de las supersticiones que se jodan hasta que aprendan''. Qué listo. Lo normal y digno de señalar por la miseria que contiene.
No hay muchos más datos. Solo el relato del padre
Pues eso. Tampoco hay cadáver porque lo arrojaron al mar, cosa contraria a la religión musulmana.
Alá estaba de juerga con los martires del Isis. Se siente.
#1 Haciendo gala de ateísmo gozando con la muerte de una niña. ¿Por qué no me extraña?
#3 Hombre, un poco sí te ha debido chocar puesto que lo mencionas. No hace falta que la muerte de una niña te produzca gozo, ni siquiera ser ateo para entrever que en el Islam nada escapa al plan de Dios, inshallah, así que quizá pensaron que la insulina era secundaria.
No sé si la noticia es sensacionalista ya que la insulina es necesaria en casos hiperglucemia y no creo que en una patera con falta de alimentos y deshidratación se le suba a alguien el azúcar. Aún así, es una pena.