Parece mentira, pero es cierto. En el Gobierno saben con quién y a qué lugar voy a comer los mejores bifes de chorizo de Buenos Aires, o qué hablo con un enviado de la redacción. Sí, claro, tengo mi teléfono 'pinchado'. E incluso sé qué tipo de aparato me está monitoreando día y noche, gracias al estudio hecho por expertos en seguridad teleinformática de la Universidad de Buenos Aires (ver gráfico). De esos aparatos sólo hay dos en el país, y los dos están en manos de los servicios de Inteligencia.
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