Antes de que existieran los ordenadores hacer copias de seguridad era algo menos habitual: eran más laboriosas de hacer y menos necesarias, porque las amenazas que ponen en peligro un manuscrito a mano son más reducidas, si acaso un incendio, una inundación o una pérdida. Una de esas situaciones es que tu perro se comiera una parte o todo tu manuscrito. Le pasó a Jack Kerouac con el manuscrito de En el camino, un documento conocido como «el rollo», y también le pasó a John Steinbeck con el manuscrito de su novela De ratones y hombres.
Comentarios
"Hambre canina"
#1 El otro día mi perro se estaba comiendo la caja de las herramientas, cual hueso de jamón.
Tuve suerte, solo le dio tiempo a comerse las esquinas.
El mío se comía los deberes, pero como no era un escritor reconocido, no colaba .
Pues si que quería Steinbeck a sus perros. Luego escribió "Viajes con Charlie", donde recorre Estados Unidos con otro de sus perros, Charlie en una caravana. Un gran tipo.