Es un anestésico veterinario que se "cocina" para transformarlo en polvo y poder esnifarlo. La organización vendía 'kin por toda España e incluso a la comunidad china asentada en Italia. El consumo de 'kin' provoca alucinaciones, estado de analgesia profunda y pérdida de conciencia. Varias dosis pueden generar problemas respiratorios y fallos en el corazón, especialmente si la sustancia se mezcla con alcohol u otras drogas.
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