El Premio Nobel de Literatura obtenido por el poeta exiliado Juan Ramón Jiménez en 1956 fue un monumento a la soledad. Las actas de la Academia Sueca, a las que ha tenido acceso EL PAÍS, muestran que ningún español le apoyó. Sólo y tenazmente un profesor de Oxford.
Juan Ramón estaba exiliado en Puerto Rico. Por lo tanto es lógico (aunque muy triste) que la España franquista no le apoyara: el candidato "oficial", como señala el artículo, era Ramón Menéndez Pidal. Lo que no es tan lógico y resulta casi más triste, es que la España del exilio no fuera capaz de unirse en torno a un candidato. Parece que los españoles nos llevamos las envidias y camarillas allá dónde vamos.
Ya Galdós se quejaba de que no sabemos enterrar a nuestras personalidades, imagínate si están vivas. O por política o por gilipollez nunca hemos honrado a nuestros profetas en su tierra, así no extraña que no aparezcan nombres españoles entre los grandes de cualquier disciplina.
Comentarios
Juan Ramón estaba exiliado en Puerto Rico. Por lo tanto es lógico (aunque muy triste) que la España franquista no le apoyara: el candidato "oficial", como señala el artículo, era Ramón Menéndez Pidal. Lo que no es tan lógico y resulta casi más triste, es que la España del exilio no fuera capaz de unirse en torno a un candidato. Parece que los españoles nos llevamos las envidias y camarillas allá dónde vamos.
Eso sí, el artículo es muy interesante. Gracias.
#3 A Galdós le jodieron bien cuando no recibió el Nobel por sus ideas políticas. Y en ese momento no había Franquismo...
Ya Galdós se quejaba de que no sabemos enterrar a nuestras personalidades, imagínate si están vivas. O por política o por gilipollez nunca hemos honrado a nuestros profetas en su tierra, así no extraña que no aparezcan nombres españoles entre los grandes de cualquier disciplina.
#4 Tengo entendido que boicotearon su candidatura para apoyar en su lugar la de José María Pemán... Así nos va, preferimos dividir a sumar.
De charanga y pandereta, de......