«Era bastante raro. Lo normal cuando te cruzabas con él es que no saludara, pero otras veces lo hacía efusivamente. Unas veces, cuando se levantaba, subía y bajaba las persianas durante diez minutos sin sentido; otras, subía la música a tope y se ponía a cantar. Le he visto hablar solo en la piscina, y un día sacó una abeja del agua mientras le gritaba: No te preocupes, que yo te salvo».
Y no debió dejar mala sensación entre los vecinos, pues ayer se podía ver junto a la puerta de la que fue su residencia una vela y una nota en la que se leía: «Te queremos. Iván Berral, por siempre».
Que le siga queriendo su familia, a pesar de todo, pues bueno... Pero esto me parece aberrante.
Comentarios
Unos le hablan a las abejas y otros a sus amigos imaginarios del facebook... no hay nada fuera de lo comun en la actitud de este hombre
Y no debió dejar mala sensación entre los vecinos, pues ayer se podía ver junto a la puerta de la que fue su residencia una vela y una nota en la que se leía: «Te queremos. Iván Berral, por siempre».
Que le siga queriendo su familia, a pesar de todo, pues bueno... Pero esto me parece aberrante.
Solo he leido la entradilla, pero yo lo veo todo normal.
A lo mejor esto lo ha escrito alguien dolido por no haber sido saludado, pero yo también saludo a quién me da la gana.
Mucha gente le habla a su perro, mucha, lo veo cada día. ¿por qué narices se puede hablar a los perros y no a las abejas? Me lo expliquen.