Hace 13 años | Por SoryRules a madrimasd.org
Publicado hace 13 años por SoryRules a madrimasd.org

En el Encuentro Nacional de Unidades de Igualdad de las universidades españolas desveló algunas de las conclusiones del Libro Blanco sobre la situación de las mujeres en el sistema español de ciencia y tecnología. No son nada halagüeñas. Hay datos pésimos: sólo un 15 % de mujeres en puestos directivos, ninguna catedrática en más de 20 disciplinas, incluyendo áreas médicas como la ginecología y la pediatría… la verdad es que resulta aberrante y sorprendente.

Comentarios

D

En eso se basa la el igualitarismo radical que sufrimos, 50% donde interesa.

A ver cuándo se recorta el número de funcionarias porque vayas a la administración que vayas siempre hay un 70%-80% de mujeres, igual que maestras de colegios e institutos y qué es eso de que el 99% de mineros que arriesgan cada día su vida sean hombres, etc.

Si no hay muchas mujeres científicas es porque es algo que normalmente no interesa a una mujer.

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La explicación es sencilla: las mujeres, en general, son más proclives a elegir carreras de letras porque las de ciencias requieren una mayor dedicación, y ellas tienen que compaginar su carrera profesional con las responsabilidades familiares (que sigan recayendo mayormente en las mujeres).

Y ojo, que de esto no sólo son responsables los hombres o el machismo, sino también en buena parte las propias mujeres, que no quieren ceder sus parcelas de poder en ese sentido (en el doméstico-familiar, quiero decir). Esto no cambiará a no ser que la sociedad cambie el chip. Y veo escasa o nula intención de cambiar las cosas (ni por parte de ellas ni de ellos).

Despero

Ser director de un centro requiere la renuncia a mucho tiempo familiar. Y no todas las personas están dispuestas a sacrificar su familia a cambio de subir en una universidad.
Por lo pronto, en mi experiencia, más o menos la mitad de mis profesores son mujeres y creo que todas tienen hijos (una de hecho nos dio clase estando en cinta de su primer hijo). Si les ofrecieran subir, se cuales de ellas, al igual que sabría cuales de mis profesores, serían capaces de pasar más tiempo en la facultad y menos en casa para ganar más dinero o prestigio.

Que sean más mujeres las que decidan renunciar a esto es una coincidencia, ya que es una decisión que se toma como persona. Nadie las obliga a nada.

Por otro lado, como dice #1 Vete a la facultad de letras y entra a un aula de firologia francesa. Mi profesor de frances era el único alumno en su clase de 200 personas.

s

#2, nadie las obliga a nada, pero socialmente todavía está mal visto que una mujer dedique más tiempo a su trabajo que a su familia, o que una mujer elija su trabajo antes que su familia. Sin embargo, a los hombres no se les exige esta renuncia.

La obligación de las mujeres ante la familia no es nada de carácter legal ni una cuestión personal, sino un obligación de tipo social (las más difíciles de cambiar). Por eso, aunque se hagan muchas leyes a favor de la conciliación de la vida familiar y laboral, si siguen siendo mayoritariamente las mujeres las que renuncian, nunca conseguirán nada. Y en este punto estamos actualmente.

Despero

#4 Pues entonces sigue siendo su problema. Tambien está mal que los hombres dediquen más tiempo a la vida familiar que laboral y los que no están de acuerdo, sudan de las reglas sociales y los que no son suficientemente valientes como para no poder soportar el que dirán, que no esperen que otros les hagan el trabajo.

Exactamente igual para las mujeres.