La Diócesis de Canarias sostiene que se ha producido una intromisión en el ámbito de autonomía propio de la Iglesia. El TSJ sostuvo que el obispado no había motivado suficientemente su decisión, por lo que, en el fondo se trataba de despidos nulos, como previamente decidió el juzgado de lo Social, derivados de la participación en una huelga.
Resulta que hay acuerdos entre España y el Vaticano que permiten que sean los Obispos, que son nombrados por el Vaticano, un país extranjero y no democrático, quienes decidan si los profesores de su religión son o no aptos para ser profesores de su religión.
Y ocurre que de forma reiterada, profesores declarados aptos por los obispos, incurren en incompatibilidad por, a decir de los obispos, estar divorciados, o convivir con terceras personas, o votar a IU o participar en una manifestación o por ser lesbianas, entre otros derechos constitucionales.
Esto es: que al final los obispos castigan a la gente por ser libres.
Entonces es el estado quien debe pagar las idemnizaciones por despidos improcedentes (en el 2006 el estado español tuvo que pagar 300 millones de euros por tal concepto, el doble de lo que obtiene la iglesia católica por el irregular procedimiento de la casilla de la declaración de la renta) y en algunos casos, enfrentarse a alguna idemnización anexa, como es el caso.
1.- El Recurso no se fundamenta en los Acuerdos Iglesia-Estado, sino en la Ley Orgánica de Libertad Religiosa, que atribuye "en exclusiva a la autoridad religiosa el juicio de idoneidad para designar como elegible por la Administración educativa a una persona para el desempeño de la docencia de la asignatura de Religión".
2.- Supón que soy profesor de Religión de una determinada confesión, y leo asiduamente Menéame, y que en base a los comentarios de determinado usuario, se me va toda la fe de golpe y me vuelvo un ateo, pero ateo ateo. Luego voy y se lo digo al jefe de mi ex-religión y le pido que me deje continuar con mis clases. ¿A que sería muy lógico que me dijera "cojonudo, macho, sigue, que seguro que lo harás fenomenal"?
#4 Si bien es cierto que la ley de libertad religiosa le da rango de ley, no es menos cierto que su origen está en el concordato, que lo legitima sin necesidad de ley alguna al estar por encima de las leyes españolas cualquier tratado bilateral.
Respecto de lo que comentas... a mi me parece que un porfesor de matemáticas que reniegue de esa rama del conocimiento para pasarse a letras no deja de conocer a fondo las matemáticas (quizá más que un profesor que no se lo cuestione). Y que tal circunstancia no le invalida para seguir impartiendo matemáticas.
Un profesor de religión católica tiene libertad de conciencia y de cátedra, como cualquier otro profesor.
Y todos los derechos que el estatuto de los trabajadores y la constitución otorgan a cualquier español, como el derecho de cambiar de religión o de no tenerla, el derecho a divorciarse, a votar a IU... en fin, que son cosas de lo aprticular que en modo alguno influyen en su profesión.
SI los obispos desean integristas del dogma, pueden optar por poner curas en esas clases. Y entonces, ya pueden mangonearles como quieran, pues no serán profesores sino empleados a sueldo de su credo. Si a partír de entonces no se comportan como les exige su empresa, tienen libertad para despedirles.
Sin embargo hablamos de que la empresa es el estado y no el obispado. Hablamos de que los profes esos están a sueldo del estado y no del obispado y hablamos de que esos profes tienen derechos constitucionales que no puede negarles ni el estado ni tampoco el Vaticano.
Y he ahí la inconstitucionalidad de tales legislaciones reiteradamente reconocidas en numerosos sentencias que hasta por siete veces consecutivas condenan a los obispados a reintegrar en sus puestos a profesores despedidos o no renovados.
Que se jodan y paguen, aunque sea con las limosnas... que esto es un país democrático regido por una Leyes, ni la iglesia ni ningún soplapollas se debería de reír así de la legalidad vigente... es lo que nos faltaba...
Comentarios
Es muy curioso el tema.
Resulta que hay acuerdos entre España y el Vaticano que permiten que sean los Obispos, que son nombrados por el Vaticano, un país extranjero y no democrático, quienes decidan si los profesores de su religión son o no aptos para ser profesores de su religión.
Y ocurre que de forma reiterada, profesores declarados aptos por los obispos, incurren en incompatibilidad por, a decir de los obispos, estar divorciados, o convivir con terceras personas, o votar a IU o participar en una manifestación o por ser lesbianas, entre otros derechos constitucionales.
Esto es: que al final los obispos castigan a la gente por ser libres.
Entonces es el estado quien debe pagar las idemnizaciones por despidos improcedentes (en el 2006 el estado español tuvo que pagar 300 millones de euros por tal concepto, el doble de lo que obtiene la iglesia católica por el irregular procedimiento de la casilla de la declaración de la renta) y en algunos casos, enfrentarse a alguna idemnización anexa, como es el caso.
Y tienen los santos huevos de protestar, encima.
A ver: Fin del concordato inconstitucional YA.
#2 Bueno, por partes:
1.- El Recurso no se fundamenta en los Acuerdos Iglesia-Estado, sino en la Ley Orgánica de Libertad Religiosa, que atribuye "en exclusiva a la autoridad religiosa el juicio de idoneidad para designar como elegible por la Administración educativa a una persona para el desempeño de la docencia de la asignatura de Religión".
2.- Supón que soy profesor de Religión de una determinada confesión, y leo asiduamente Menéame, y que en base a los comentarios de determinado usuario, se me va toda la fe de golpe y me vuelvo un ateo, pero ateo ateo. Luego voy y se lo digo al jefe de mi ex-religión y le pido que me deje continuar con mis clases. ¿A que sería muy lógico que me dijera "cojonudo, macho, sigue, que seguro que lo harás fenomenal"?
#4 Si bien es cierto que la ley de libertad religiosa le da rango de ley, no es menos cierto que su origen está en el concordato, que lo legitima sin necesidad de ley alguna al estar por encima de las leyes españolas cualquier tratado bilateral.
Respecto de lo que comentas... a mi me parece que un porfesor de matemáticas que reniegue de esa rama del conocimiento para pasarse a letras no deja de conocer a fondo las matemáticas (quizá más que un profesor que no se lo cuestione). Y que tal circunstancia no le invalida para seguir impartiendo matemáticas.
Un profesor de religión católica tiene libertad de conciencia y de cátedra, como cualquier otro profesor.
Y todos los derechos que el estatuto de los trabajadores y la constitución otorgan a cualquier español, como el derecho de cambiar de religión o de no tenerla, el derecho a divorciarse, a votar a IU... en fin, que son cosas de lo aprticular que en modo alguno influyen en su profesión.
SI los obispos desean integristas del dogma, pueden optar por poner curas en esas clases. Y entonces, ya pueden mangonearles como quieran, pues no serán profesores sino empleados a sueldo de su credo. Si a partír de entonces no se comportan como les exige su empresa, tienen libertad para despedirles.
Sin embargo hablamos de que la empresa es el estado y no el obispado. Hablamos de que los profes esos están a sueldo del estado y no del obispado y hablamos de que esos profes tienen derechos constitucionales que no puede negarles ni el estado ni tampoco el Vaticano.
Y he ahí la inconstitucionalidad de tales legislaciones reiteradamente reconocidas en numerosos sentencias que hasta por siete veces consecutivas condenan a los obispados a reintegrar en sus puestos a profesores despedidos o no renovados.
Y los daños morales que provocan ellos???
Que se jodan y paguen, aunque sea con las limosnas... que esto es un país democrático regido por una Leyes, ni la iglesia ni ningún soplapollas se debería de reír así de la legalidad vigente... es lo que nos faltaba...