Tenía la clave para evitar la muerte de más de 1500 personas, pero una distracción suya no permitió salvar a la embarcación. Un marinero tenía las llaves para abrir un armario donde se encontraban los binoculares con los que se detectaban los icebergs. Con esa llave, la embarcación hubiera evitado del choque con el témpano. Los binoculares eran para ver los peligros que podían afectar a la embarcación a larga distancia, incluyendo las condiciones de mal tiempo y también los icebergs.
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