Hace 11 años | Por Lluvieta a sociedad.elpais.com
Publicado hace 11 años por Lluvieta a sociedad.elpais.com

El arrendamiento de los servicios sustituye a la compra y el almacenamiento de bienes culturales. En la cultura, da igual, o en la venta de coches, pagamos ya por mantener abierta durante un tiempo esa puerta trasera que da al patio de las emociones [...] La acumulación de objetos ya no determina la riqueza ni la identidad del recopilador [...] Se acabó aquello de domesticar el tiempo a través de la colección de cosas, como decía Baudrillard en su famoso Sistema de los objetos.

Comentarios

D

Absolutamente en desacuerdo con el artículo que se refiere a unos aspectos muy concretos y de ahí pretende hacer una generalización.

Jamás la cultura de los objetos ha estado más arraigada y ha condicionado más al ser humano. Yo personalmente, si tuviera que definir de alguna manera a nuestra cultura, la denominaría la cultura de los objetos.

Nunca una simple "herramienta" a traspasado con tanta facilidad la barrera de su valor intrínseco ligado estrictamente a su funcionalidad para fundirse al ego de la persona que lo posee para darle una supuesta identidad más amplia y brillantes.

Todas las marcas funcionan bajo este principio. Tú en sí eres una puta mierda, con migo tendrás éxito y reconocimiento social.

Hablar del fin de la cultura de los objetos en unos tiempos en que un móvil, un portatil, una consola... se quedan anticuados en 6 meses... donde es imposible tomarte un café tranquilo sin que el sujeto que tienes al lado haga alarde en la barra del último modelo de smartphone que posee y demostrándote lo que él mola por ello, me parece un error de percepción.

Es muy posible que el artículo lo haya escrito desde su Mac.

ignipa2

Eso me recuerda mi colección de CD's. Ya no la toco, simplemente está criando polvo.

Por suerte descubrí las bolsas zip, hay unas de tamaño 12x18 en las que cabe el CD i el libreto sin doblar. Ahora todos mis CDs están en 2 cajas de zapatos (~150CDs por caja).