A la juez que lleva la investigación de los espías de Madrid le va a costar tomar el camino De La Rúa. Las torpes contradicciones de los imputados complican el corte de un traje a medida para Esperanza Aguirre al estilo de los que hacen en Valencia. En julio, los tres ex guardias civiles de Valdemoro, amigotes del consejero de Interior de Madrid, Francisco Granados, admitieron ante la juez que seguían de tapadillo al ex consejero Alfredo Prada, pero que lo hacían por su bien, para “contravigilarlo”. ¿Por orden de quién?
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