(C&P): Tras el suceso, los escoltas destinados en el País Vasco y Navarra han vuelto a reclamar que el Ministerio del Interior resuelva definitivamente su caso y les permita portar armas fuera de su horario de trabajo. Desde el pasado mes de noviembre, cuando Rubalcaba reconoció en público que los escoltas tenían un problema de autoprotección y que iban a ser atendidos, su departamento no ha movido ficha, denuncian los afectados.
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