Hay estudios que demuestran que se puede provocar el sueño en otra persona. Una forma es colocando una botella destapada de perfume bajo la nariz, otra forma es silbando. Una tercera forma es moviendo aire a través de la cara de la persona con un ventilador. Otros aspectos pueden afectar también al contenido del sueño. Por ejemplo, girar una luz produce sueños más felices. Y oscureciendo una habitación ya con luz puede inducir a pesadillas.
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