Investigadores de la Universidad de Tilburg concluyen que la “envidia sana” es un motivador más fuerte que la admiración, es decir, que el ver que alguien es capaz de hacer algo por su esfuerzo y dedicación actúa en nosotros como un activador, como un empuje que hace que nos esforcemos más y aumentemos nuestro rendimiento, y quizá, de paso, lleguemos a hacer cosas importantes…
La envidia sana simplemente sería un nivel elevado de controlabilidad, ya que hace que los esfuerzos requeridos para la consecución de una meta sean plausibles.
Si la envidia se clasifica en diferentes niveles dando entre 4 opciones y una de ellas es la envidia y otra la admiración, la única diferencia de éstos sería la controlabilidad que pudiera ofrecer el hecho.
Creo que la única conclusión de este experimento es que los diferentes niveles de envidia implican diferente controlabilidad. Nada más.
Por ese motivo no creo que sea una noticia muy importante.
Comentarios
La envidia sana es ser politicamente correcto y mentirosamente imperfecto
Si esto fuera del todo verdad España sería la primera potencia mundial.
La envidia sana simplemente sería un nivel elevado de controlabilidad, ya que hace que los esfuerzos requeridos para la consecución de una meta sean plausibles.
Si la envidia se clasifica en diferentes niveles dando entre 4 opciones y una de ellas es la envidia y otra la admiración, la única diferencia de éstos sería la controlabilidad que pudiera ofrecer el hecho.
Creo que la única conclusión de este experimento es que los diferentes niveles de envidia implican diferente controlabilidad. Nada más.
Por ese motivo no creo que sea una noticia muy importante.