El cura de Cervantes, Ramiro Martínez, contrata el suministro de los locales parroquiales de San Román, Donís y O Pandelo con la primera comercializadora gallega de energía renovable. El párroco gestiona los recibos con el permiso del Obispado de Lugo (...) La idea es que sí no puedes rebajar la factura ni reducir la huella de la producción ni siquiera que te construyan una red decente de abastecimiento, lo mejor es atacar el sistema desde dentro. Eso piensa Román, socio de Nosa Enerxía, y amigo de Ramiro [GAL].
Comentarios
#5 Pues yo, desde que domicilié nómina en Iberdrola vivo más tranquila.
#6 Pues a mi la subida de la pensión no me alcanza para pagar la subida de la luz.
Ya bajé potencia en casa, en la comunidad de propietarios y ahora estoy estudiando aislar el consumo eléctrico del garaje de la red electrica, para poder suministrar energía fotovoltáica.
#0 Acares?
#9 vata fallo 😕
#9 alguien puede editar?
#11@admin
Esta noticia también es una prueba de que, ser cura es independiente de ser buena, mala, inteligente o estúpida persona.
A este paso toda la producción de energía en la península va a ser incapaz de cubrir la demanda de energía verde.
Va a ser necesario poner en marcha los ciclos combinados.
#1 Cuanta menos energía demande la red, menos centrales se ponen en marcha y eso es una victoria contra el sistema eléctrico.
#UnMillonSeSale y http://www.unmillonsesale.org
#2 Creo que no has pillado la ironía de mi comentario.
#3 Azucena1980, alias "La incomprendida"
#3 No, estoy demasiado sensibilizado con lo que me roban mes a mes todos los meses para sutilezas.
Que tengamos que pagar por quemar combustibles me parece una aberración del sistema.
Que el primer consumidor de agua en la Comunidad Valenciana sea la central de Cofrentes me da escalofríos ahora que estamos en sequía.
Que las Iberdrolas te cambien un contrato PVPC a otro del mercado libre y te envía una carta diciendo que ahorras 12% en el término de potencia me parece una falta grave y un delito de estafa consentido por las autoridades.
Que ... ¿qué te voy yo a contar? ... ¿que aún mantienes la capacidad de ironía? ¡Enhorabuena! Yo ya la perdí.