Acudieron juntos a la famosa boda celebrada en El Escorial, casi un acontecimiento de Estado, con los Reyes de testigo. Era septiembre de 2002. Todo estaba a su favor, el dinero y el poder. Por la alfombra roja de rigor hicieron el paseíllo 400 invitados. Entre los desconocidos a ojos del gran público, desfilaron los ahora investigados Francisco Correa y Álvaro Pérez, que compartieron mesa y mantel con otros dos viejos conocidos: Alberto López Viejo y Alfonso Bosch, hombres de peso en las tripas del PP regional y amigos todos del novio...
Comentarios
Puadg!!!!
Como para dejar el bolso en el guardarropa de esa boda...
Esto me recuerda alguna pelicula, ¿El Padrino....?
Y ahora el agag se dará cuenta de lo fea que es su esposa y la abandonará por que el pelotazo ya lo dio