Texto publicado en el blog del colectivo Run Smiley Collective, formado por corredores de ultramaratones y que promueve la idea de que correr debe ser divertido, dirigiéndose a la chica gorda que va a entrenar a la pista. Traducción en el primer comentario.
#6:
Yo soy esa gorda. ¿Y sabes qué? Que me alegra mucho ayudarte a hacerte sentir mejor persona, pero no lo eres. Tú te vas a casa muy satisfecho de ti mismo, y muy contento de lo gran persona que eres, porque no has ofendido a la pobre gordita, sino que has intentado animarla, qué bueno eres... puedes guardarte tu bondad en el bolsillo para enseñársela a los demás y presumir ante ellos. Yo no corro para que tú me des tu bondad, ni tu admiración, ni tu nada. Corro porque me da la gana, no por tu condescendencia.
Cada día, tengo que soportar que la gente me mire, y se me quede mirando, como si correr fuera algo que no hubieran visto jamás. Me ven aparecer en el horizonte, y me siguen con la mirada, siento sus ojos clavados en mi nuca, juzgándome, sólo por atreverme a salir a la calle. Riéndose. Sí, riéndose, porque una chica gorda que corre es al parecer algo muy cómico. Al principio pasaba del tema, ahora les devuelvo la mirada, me quedo mirándoles yo, y sé que entonces piensan que puede dolerme, y bajan la mirada, y entonces empiezan a pensar, y llegan a la misma conclusión que tú. No quieren sentirse malos, y entonces, reflexionan, y llegan a esos lindos pensamientos, que en realidad sólo son palabras vacías, consuelo dirigido a ti mismo, y no a mí, para hacerte pensar que en realidad, eres un buen tipo que no te ríes de la gente, o que cuando ves a personas riéndose de otras, no pasas del tema y los censuras sólo en la comodidad de tu cabeza, no sea que te vayan a decir algo...
¿Quieres hacernos un favor inestimable a todos los gordos del mundo? Cuando nos mires, límitate a mirar como mirarías a cualquier persona, no a una especie de fenómeno. Te costará, pero seguro que eres capaz de lograrlo.
Sí, tú. La que finge no verme cuando nos cruzamos en la pista. La que ni siquiera lleva ropa de deporte y respira pesado. Eres lenta, te cuesta respirar y tus esfuerzos para avanzar son penosos. Ocupas tímidamente la calle más alejada, a veces te vas a la grava para no estar en la pista. Sudas tanto que tu pelo se empapa. Rara vez te aguantas más de 20 minutos y cuando te marchas a casa pareces exhausta. Nunca hablas a nadie. Quiero decirte algo.
Eres formidable.
Si me mirases a los ojos un instante, te darías cuenta de que te reverencio y te respeto. La aventura que has comenzado es tremenda; te proporciona salud, renueva tu confianza y te libera. Lo que correr te dará superará de lejos el gigantesco esfuerzo necesario para venir aquí, para afrontar tus miedos y para moverte delante de otros.
Has empezado tu transformación. Ya no aceptas tu estado físico, el adormilamiento, la pasividad. Has tomado una decisión difícil, pero muy prometedora. En realidad, cada pesada inspiración es un poco más ligera que la anterior, cada paso un poco más leve. Cada zancada deja atrás a la persona que eras y deja sitio para una mejor, más fuerte, sana y decidida, una que sabe que nada es imposible.
Para mí eres una heroína. Si te quitases tus estruendosos auriculares y levantases la vista más de un par de segundos, te darías cuenta que los otros corredores con quienes te cruzas, esos que puede que te hagan sentir fuera de lugar, te miran asombrados por tu determinación. De entre toda la gente, ellos saben bien de dónde vienes. Han oído tantas veces a otros prometer que empezarían a correr por su salud, "empiezo la semana que viene". Sin embargo, TÚ eres quien corre junto a ellos, quien busca y encuentra fuerzas para venir aquí y volver.
Eres una corredora, y nadie te puede negar eso. Avanzas sin descanso. Eres más fuerte de lo que imaginabas y te asombrará de qué eres capaz. Un día, pronto, tal vez mañana, al salir te maravillarán tus capacidades. No creerás tu cuerpo, te darás cuenta de que puedes hacerlo. Un horizonte se abrirá para ti. Eres mi inspiración.
Yo soy esa gorda. ¿Y sabes qué? Que me alegra mucho ayudarte a hacerte sentir mejor persona, pero no lo eres. Tú te vas a casa muy satisfecho de ti mismo, y muy contento de lo gran persona que eres, porque no has ofendido a la pobre gordita, sino que has intentado animarla, qué bueno eres... puedes guardarte tu bondad en el bolsillo para enseñársela a los demás y presumir ante ellos. Yo no corro para que tú me des tu bondad, ni tu admiración, ni tu nada. Corro porque me da la gana, no por tu condescendencia.
Cada día, tengo que soportar que la gente me mire, y se me quede mirando, como si correr fuera algo que no hubieran visto jamás. Me ven aparecer en el horizonte, y me siguen con la mirada, siento sus ojos clavados en mi nuca, juzgándome, sólo por atreverme a salir a la calle. Riéndose. Sí, riéndose, porque una chica gorda que corre es al parecer algo muy cómico. Al principio pasaba del tema, ahora les devuelvo la mirada, me quedo mirándoles yo, y sé que entonces piensan que puede dolerme, y bajan la mirada, y entonces empiezan a pensar, y llegan a la misma conclusión que tú. No quieren sentirse malos, y entonces, reflexionan, y llegan a esos lindos pensamientos, que en realidad sólo son palabras vacías, consuelo dirigido a ti mismo, y no a mí, para hacerte pensar que en realidad, eres un buen tipo que no te ríes de la gente, o que cuando ves a personas riéndose de otras, no pasas del tema y los censuras sólo en la comodidad de tu cabeza, no sea que te vayan a decir algo...
¿Quieres hacernos un favor inestimable a todos los gordos del mundo? Cuando nos mires, límitate a mirar como mirarías a cualquier persona, no a una especie de fenómeno. Te costará, pero seguro que eres capaz de lograrlo.
Sí, tú. La que finge no verme cuando nos cruzamos en la pista. La que ni siquiera lleva ropa de deporte y respira pesado. Eres lenta, te cuesta respirar y tus esfuerzos para avanzar son penosos. Ocupas tímidamente la calle más alejada, a veces te vas a la grava para no estar en la pista. Sudas tanto que tu pelo se empapa. Rara vez te aguantas más de 20 minutos y cuando te marchas a casa pareces exhausta. Nunca hablas a nadie. Quiero decirte algo.
Eres formidable.
Si me mirases a los ojos un instante, te darías cuenta de que te reverencio y te respeto. La aventura que has comenzado es tremenda; te proporciona salud, renueva tu confianza y te libera. Lo que correr te dará superará de lejos el gigantesco esfuerzo necesario para venir aquí, para afrontar tus miedos y para moverte delante de otros.
Has empezado tu transformación. Ya no aceptas tu estado físico, el adormilamiento, la pasividad. Has tomado una decisión difícil, pero muy prometedora. En realidad, cada pesada inspiración es un poco más ligera que la anterior, cada paso un poco más leve. Cada zancada deja atrás a la persona que eras y deja sitio para una mejor, más fuerte, sana y decidida, una que sabe que nada es imposible.
Para mí eres una heroína. Si te quitases tus estruendosos auriculares y levantases la vista más de un par de segundos, te darías cuenta que los otros corredores con quienes te cruzas, esos que puede que te hagan sentir fuera de lugar, te miran asombrados por tu determinación. De entre toda la gente, ellos saben bien de dónde vienes. Han oído tantas veces a otros prometer que empezarían a correr por su salud, "empiezo la semana que viene". Sin embargo, TÚ eres quien corre junto a ellos, quien busca y encuentra fuerzas para venir aquí y volver.
Eres una corredora, y nadie te puede negar eso. Avanzas sin descanso. Eres más fuerte de lo que imaginabas y te asombrará de qué eres capaz. Un día, pronto, tal vez mañana, al salir te maravillarán tus capacidades. No creerás tu cuerpo, te darás cuenta de que puedes hacerlo. Un horizonte se abrirá para ti. Eres mi inspiración.
Ponerse a correr con sobrepeso, no es sano, ya no es sólo por la sobrecarga en las articulaciones, es por el posible daño coronario de forzar la máquina, ese sobrepeso llegó por la vida sedentaria.
Primero, adelgaza. Dieta. Luego caminatas, luego cuando tengas un peso adecuado y un cardio en condiciones, nos ponemos a correr. Un chequeo previo antes del paso de correr es imperativo. Estamos hablando de un proceso que puede durar un par de años.
Afortunadamente la gente se cansa y lo deja a los dos días, pero ver correr a la gente con sobrepeso me pone los pelos de punta. Primero quítate esa barriga y luego corre.
Muchísima gente con sobrepeso lo tiene por una vida sedentaria y/o algo de tiroides, más que por la alimentación. Dieta y ejercicio deben ir de la mano y los dos bajo guía profesional, para evitar excesos perjudiciales. Ponerse a correr como un loco con sobrepeso como dice #4 puede ser nefasto, pero ponerse a dieta sin quemar por el ejercicio puede serlo más (especialmente por el aspecto psicológico).
Lo ideal es empezar con ejercicios de bajo impacto en la pisada (cross trainer, bici estática, etc) tras algunos de musculación que realmente son para quemar antes del cardio en el caso de la gente con sobrepeso más que para ponerse cachas.
Comentarios
Yo soy esa gorda. ¿Y sabes qué? Que me alegra mucho ayudarte a hacerte sentir mejor persona, pero no lo eres. Tú te vas a casa muy satisfecho de ti mismo, y muy contento de lo gran persona que eres, porque no has ofendido a la pobre gordita, sino que has intentado animarla, qué bueno eres... puedes guardarte tu bondad en el bolsillo para enseñársela a los demás y presumir ante ellos. Yo no corro para que tú me des tu bondad, ni tu admiración, ni tu nada. Corro porque me da la gana, no por tu condescendencia.
Cada día, tengo que soportar que la gente me mire, y se me quede mirando, como si correr fuera algo que no hubieran visto jamás. Me ven aparecer en el horizonte, y me siguen con la mirada, siento sus ojos clavados en mi nuca, juzgándome, sólo por atreverme a salir a la calle. Riéndose. Sí, riéndose, porque una chica gorda que corre es al parecer algo muy cómico. Al principio pasaba del tema, ahora les devuelvo la mirada, me quedo mirándoles yo, y sé que entonces piensan que puede dolerme, y bajan la mirada, y entonces empiezan a pensar, y llegan a la misma conclusión que tú. No quieren sentirse malos, y entonces, reflexionan, y llegan a esos lindos pensamientos, que en realidad sólo son palabras vacías, consuelo dirigido a ti mismo, y no a mí, para hacerte pensar que en realidad, eres un buen tipo que no te ríes de la gente, o que cuando ves a personas riéndose de otras, no pasas del tema y los censuras sólo en la comodidad de tu cabeza, no sea que te vayan a decir algo...
¿Quieres hacernos un favor inestimable a todos los gordos del mundo? Cuando nos mires, límitate a mirar como mirarías a cualquier persona, no a una especie de fenómeno. Te costará, pero seguro que eres capaz de lograrlo.
#6 Muy bien dicho
#6 Un besazo como te mereces, por tus palabras.. (Que les den!)
Eh, gorda.
Sí, tú. La que finge no verme cuando nos cruzamos en la pista. La que ni siquiera lleva ropa de deporte y respira pesado. Eres lenta, te cuesta respirar y tus esfuerzos para avanzar son penosos. Ocupas tímidamente la calle más alejada, a veces te vas a la grava para no estar en la pista. Sudas tanto que tu pelo se empapa. Rara vez te aguantas más de 20 minutos y cuando te marchas a casa pareces exhausta. Nunca hablas a nadie. Quiero decirte algo.
Eres formidable.
Si me mirases a los ojos un instante, te darías cuenta de que te reverencio y te respeto. La aventura que has comenzado es tremenda; te proporciona salud, renueva tu confianza y te libera. Lo que correr te dará superará de lejos el gigantesco esfuerzo necesario para venir aquí, para afrontar tus miedos y para moverte delante de otros.
Has empezado tu transformación. Ya no aceptas tu estado físico, el adormilamiento, la pasividad. Has tomado una decisión difícil, pero muy prometedora. En realidad, cada pesada inspiración es un poco más ligera que la anterior, cada paso un poco más leve. Cada zancada deja atrás a la persona que eras y deja sitio para una mejor, más fuerte, sana y decidida, una que sabe que nada es imposible.
Para mí eres una heroína. Si te quitases tus estruendosos auriculares y levantases la vista más de un par de segundos, te darías cuenta que los otros corredores con quienes te cruzas, esos que puede que te hagan sentir fuera de lugar, te miran asombrados por tu determinación. De entre toda la gente, ellos saben bien de dónde vienes. Han oído tantas veces a otros prometer que empezarían a correr por su salud, "empiezo la semana que viene". Sin embargo, TÚ eres quien corre junto a ellos, quien busca y encuentra fuerzas para venir aquí y volver.
Eres una corredora, y nadie te puede negar eso. Avanzas sin descanso. Eres más fuerte de lo que imaginabas y te asombrará de qué eres capaz. Un día, pronto, tal vez mañana, al salir te maravillarán tus capacidades. No creerás tu cuerpo, te darás cuenta de que puedes hacerlo. Un horizonte se abrirá para ti. Eres mi inspiración.
Me descubro ante ti.
No, no y no. No puedo estar más en desacuerdo.
Ponerse a correr con sobrepeso, no es sano, ya no es sólo por la sobrecarga en las articulaciones, es por el posible daño coronario de forzar la máquina, ese sobrepeso llegó por la vida sedentaria.
Primero, adelgaza. Dieta. Luego caminatas, luego cuando tengas un peso adecuado y un cardio en condiciones, nos ponemos a correr. Un chequeo previo antes del paso de correr es imperativo. Estamos hablando de un proceso que puede durar un par de años.
Afortunadamente la gente se cansa y lo deja a los dos días, pero ver correr a la gente con sobrepeso me pone los pelos de punta. Primero quítate esa barriga y luego corre.
Muchísima gente con sobrepeso lo tiene por una vida sedentaria y/o algo de tiroides, más que por la alimentación. Dieta y ejercicio deben ir de la mano y los dos bajo guía profesional, para evitar excesos perjudiciales. Ponerse a correr como un loco con sobrepeso como dice #4 puede ser nefasto, pero ponerse a dieta sin quemar por el ejercicio puede serlo más (especialmente por el aspecto psicológico).
Lo ideal es empezar con ejercicios de bajo impacto en la pisada (cross trainer, bici estática, etc) tras algunos de musculación que realmente son para quemar antes del cardio en el caso de la gente con sobrepeso más que para ponerse cachas.
Estos son peores que los exfumadores. Gymnazis
si llegan al tercer párrafo sin cabrearse y pasar a otra cosa bien...
#2 Yo con lo de "Eh, gorda" ya me he ofendido.
#3 Hasta yo me he sentido ofendido...
#10 Normal, han ido a hacer daño.