Hace 12 años | Por --266378-- a elblogsalmon.com
Publicado hace 12 años por --266378-- a elblogsalmon.com

Edward Mueller tenía los conocimientos suficientes para hacer falsificaciones muy burdas, los había ganado trabajando en su infancia. Tomó una fotografía de estudio de un billete en casa de su hija y fabricó placas de zinc en su casa. En otoño de 1938 ya había sacado su primer billete. Lo secó y en cuanto estuvo listo compró diez centavos de caramelos. Había tenido noventa centavos de beneficio sobre el mismo. Además se dio cuenta de algo que no habían pensado nunca los demás falsificadores. Nadie examina un billete de valor tan pequeño.

Comentarios

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Es interesante como la falta de avaricia y ambición le mantuvieron a salvo tanto tiempo.