Las dos personas investigadas no habían atendido un primer requerimiento de los agentes de la Guardia Civil, que encontraron a la yegua sin comida ni agua, con acumulación de heces a su alrededor y falta de higiene. Entonces, los efectivos del SEPRONA, ante la delgadez extrema y deshidratación, realizaron las correspondientes actas de denuncias a la espera de que los propietarios cambiaran la situación del animal. En contra de ello, al ir a comprobar la situación de la yegua días después, vieron que había fallecido.
Comentarios
En casos así debería estar permitido que la Guardia Civil requisase al animal y le proporcionase la atención necesaria, y luego se le pasara la factura al propietario.
#5 Yo que sé. Quizás las madres sean unas santas. Mala expresión, inadecuada. Pero ellos son “mala gente”, sin duda. Por mí, a esta gente, ni agua les daría, como han hecho ellos.
Casos como éste son muy habituales. El maltrato animal debería tener penas y multas más altas.
Hijos de mala madre…
#1 y el padre es bueno??
Yo ante casos como este al principio no puedo evitar pensar que nunca seré capaz de entender cómo es posible que en el ser humano pueda llegar a haber encerrada tanta maldad... pero entonces me acuerdo de la gente defendiendo el derecho de hacer nacer a sus propios hijos en la pobreza, si ello se vuelve necesario para que la gente pueda lograr sus propios objetivos personales, y ya lo veo todo más claro.