Depender de lo que decidan comprar las grandes cadenas de streaming, que de forma casi invariable es lo más comercial, es la muerte del espectador como ente pensante, y la creación del consumidor acrítico. El cine, la literatura, la música son una droga. Quizá la única droga en el mundo que mejora nuestras mentes. No pueden pedirnos que en lugar de degustarla a fondo, simplemente elijamos entre varios títulos en un aséptico panel de carátulas, que le demos a un botón mientras nos hemos movido exactamente cero centímetros del sofá.
|
etiquetas: cine , serie , libros , cultura , streaming
- Empecé con cintas de cassete ... y las tiré con el tiempo.
- Tenía cintas de vídeo Beta que acabaron en la basura (de aquella no había contenedores de reciclaje)
- Idem con las VHS que encima se veían bastante peor.
- Luego me pasé a los discos de 5,25 para el ordenador .. a la basura.
- Luego empecé a comprar CD de música ... tengo unos 400 guardados en cajas desde las últimas obras,… » ver todo el comentario
Si no puedo conseguirlo con esas condiciones, pues entonces por las malas. Lo que no estoy dispuesto es a pagar por algo que puede dejar de funcionar en cualquier momento si el editor se levanta con acidez.
El poder del creador/distribuidor sobre el producto y eso es otra cosa; incluso aplicable al formato físico
Me parece perfecto ... pero vas a tener que tener en operación un montón de chismes diversos (mira, ahora que lo comentas, me recuerda que hace muchos años había gente muy aficionada a la música, mucho antes de que se cargaran el rango dinámico, que se gastaba un pastón en equipos musicales y compraba discos, los reproducía una vez, los copiaba en una cinta de calidad y guardaba el vinilo en una funda de plástico de la que no volvía a salir en décadas) soportes que degradan (a lo mejor es mala suerte, pero a mí se me jodió un CD ... se desarmó por dentro, si rayas ni leches ... cierto es que el único al que le ha pasado de varios cientos/miles que han pasado por mi mano de todo tipo)
Que conste que aún me sigo dando algún capricho, más que nada por retribuir a algún autor muy apreciado.
Será mas barato para el productor, pero el comprador también sale ganando