Recibió el pasado 6 de junio la noticia de que su abuelo estaba sedado en el hospital y que le quedaban pocos días de vida. La joven, que reside en Bruselas, se apresuró para hacerse con un vuelo que le acercase a Asturias a despedirse de él. El único viaje disponible lo organizaba Ryanair: “Me costó 285 euros solo la ida y sin maleta”.
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