Imagínate esto: entras en un edificio custodiado por policías, escáneres, detectores de metales y sistemas de reconocimiento facial y huellas dactilares. Decenas de drones sobrevuelan la zona. Pero no es una prisión de alta seguridad. Es… un examen. El famoso Gaokao, la selectividad china. Cada año, 13 millones de estudiantes chinos se enfrentan a tres días de infierno. El Gaokao no es solo un examen: es un ritual iniciático. Es el Calvario, el Everest, el Juicio Final de los exámenes, el “sálvese quien pueda” educativo.
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En este video se detallan mucho mejor las exageradas medidas de seguridad. Entre otras cosas los profesores que redactan los exámenes son confinados sin teléfono ni internet durante meses hasta el final del examen.
Los impresores de las hojas de examen son confinados y estas hojas son consideradas secreto de estado y custodiadas como tal.
Parece que se toman la educación en serio.
www.youtube.com/watch?v=b2vFhQDoguI
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Habría que preguntarse también quienes son más felices. No veo a los chinos sonreír nunca.