Hace 12 años | Por mc_pollofrito a lasprovincias.es
Publicado hace 12 años por mc_pollofrito a lasprovincias.es

Pretendían volar junto a su hija desde Valencia a Sevilla para pasar una Nochevieja en familia. Pero Jaime, Elena y su pequeña, de menos de tres años, se tropezaron con un inesperado impedimento que transformó su día de vacaciones en un infierno de prisas y papeleos. La companía Ryanair, con la que habían contratado el viaje, no dejó embarcar a la menor alegando que el libro de familia presentado por el matrimonio valenciano no era un documento válido para permitirlo. Un juzgado de Valencia condena ahora a la compañía a indemnizar a la familia

Comentarios

Angelusiones

"En total, se gastaron algo más de 1.300 euros adquiriendo tres billetes con otra compañía, cantidad que ahora deberá abonarles Ryanair, además de 150 euros por los daños morales."

Pues vaya mierda de condena . 150€ por joderte las navidades y por provocar que la familia no se reuniese por no cumplir las leyes. Esto debería estar penado con mas de 4 ceros que sino no les pica.

panchobes

#1 totalmente de acuerdo, a mi cuñada le dieron más dinero por lo mismo sin llegar a juicio la propia compañía.

anxosan

Si a la tercera sentencia condenatoria les quitasen el permiso para volar ya verías como daban un trato exquisito.

w

Vaya Multazo a Ryanair !! deben oirse las carcajadas desde Hawai....

D

Yo le saqué a mi hijo el pasaporte y el DNI cuando tenía sólo un año porque fuimos a Marruecos. En abril fuimos a Malta (a la fábrica de Playmobil) y Ryan era la única compañía que vuela directa desde Sevilla. Cuando llevas un niño de dos años y una mujer embarazada es mejor ni siquiera plantearse escalas. El caso es que soy bastante guerrillero y sabía de las mierdas de Ryanair. Le entregué a la persona que me atendió el libro de familia y la certificación literal de nacimiento (documentos válidos para viajas con niños por toda Europa la UE). Se negó y estuve un buen rato discutiendo hasta que me dejó subir, como con condescendencia. Le dije que a mí no me tenía que hacer ningún favor, que su trabajo era conocer la normativa aplicable y que si me dejaba subir era porque debía hacerlo y no por hacerme ningún favor. Terminó agachando las orejas.

A la vuelta me tocó la misma persona, esta vez le di el DNI del niño, me preguntó que si se lo había sacado en el consulado

conversador

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