La Justicia ahora cree que todo ocurrió por un accidente. Era madre de dos gemelas de cinco meses, que murieron asfixiadas en su cama. En La Plata (Argentina), la condenaron a prisión perpetua bajo la sospecha de que las había sacrificado en un rito umbanda, sin pruebas que lo demostraran. Finalmente apeló y un tribunal le dió la razón. "Ahora quiero recuperar mi vida. Estoy con mi familia y vuelvo al taller de costura". "De todas formas, ninguna madre está preparada para perder a sus hijos. Ya nada será igual", declaró.
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