Creo que es unánimemente compartido que la función pública, el empleo público si queremos llamarlo así en la terminología EBEP, se enfrenta en los próximos años a innumerables desafíos derivados de distintos hechos. Entre otros, las exigencias que impondrá el tránsito de una Administración analógica a otra predominantemente digital, a la previsible y masiva de pérdida de efectivos conocimiento que se dará en los próximos años como consecuencia de las numerosas jubilaciones
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Leyendo este texto extraído de su web podemos saber que buscan realmente.
"ACAL nació hace más de veinte años gracias a la implicación en este proyecto de profesionales provenientes de instituciones públicas en las que habían ejercido responsabilidades de dirección, asesoramiento y fiscalización. Desde entonces, hemos trabajado en el ámbito público, prestando nuestros servicios a más de trescientos gobiernos municipales y otras entidades del sector público.
Contamos con una amplia experiencia y un conocimiento altamente especializado que nos permite encontrar las soluciones más adecuadas a los problemas con los que se enfrentan las instituciones públicas y las entidades que operan en el ámbito del derecho público.
Los profesionales que formamos ACAL estamos capacitados para desarrollar estrategias que permiten generar enfoques innovadores y eficientes en la definición de las políticas públicas, la reforma de las estructuras administrativas y el desarrollo de sus sistemas de gestión y dirección para mejorar el funcionamiento de las instituciones. Asimismo, nuestro amplio conocimiento de la administración, nos permite asesorar de una forma óptima a entidades que operan en este sector y precisan servicios de abogacía y consultoría especializados"
A falta de leerlo, me parece un tema fundamental.
Depués de leer el artículo me da la sensación de que no se aporta ninguna solución "concreta". La frase final de A buen entendedor pocas palabras bastan. viene muy al caso, pero en sentido contrario. Demasiadas palabras para venir a aportar muy poco. El artículo es un compendio de generalidades sobre lo que no funciona, sazonado con tecnicismos y algunas citas que resulta bastante tostón.
Todos sabemos lo que con mucho discurso de rr.hh y artículos de l'EBEP viene a decir este señor: la función pública en España no funciona porque los de arriba no están por la labor y los de abajo (que lo saben) no están para que les toquen las pelotas.
#10 Todo lo que tu quieras. Mientras nadie le repruebe nada, lo que hace Ayuso lo hace el PP.
#10 Es que es muy gracioso que se digan tantas cosas para mejorar la calidad de la Administración Pública cuando se han estado encargando en los últimos años de cargársela precarizando el empleo en todos los sectores (educativo, sanitario, judicial, policía...) Por otro lado: se olvida de exigir cosas también a los puestos de libre designación, que curiosamente son los cargos de más alto nivel, como subsecretarios, pero a los que menos se exige (sólo que los elija el político de turno) y que tienen capacidad para tomar las decisiones más importantes.
Finalmente: lo triste es que las pruebas y oposiciones no son poco válidas porque no se piensen bien sino al contrario: se piensan muy bien para conseguir los efectos deseados. Me explico: si de 100 preguntas tipo test, las incorrectas restan la mitad y hay que sacar un 6, la decisión que se toma es: poner un 60% de preguntas más o menos fáciles para alguien que haya estudiado, otro porcentaje de preguntas un poco más difíciles, y otro porcentaje de preguntas que como no te las hayan filtrado no aparecen en ningún temario, ya que éstos son abiertos. El resultado: las 4 plazas para funcionarios de carrera (fijos) las consigue gente curiosamente relacionada con gente con cargos importantes en la misma administración convocante, con el resto de aprobados hacen una bolsa de empleo de interinos para ir tirando de trabajadores precarios y dóciles. La Administración se siente impune porque no se conocen casos de que un juez haya tumbado una oferta de empleo público, aunque sí ha habido intentos por impugnarlas.
Facilitando el despido de funcionarios con plaza de por vida. No de verdad. Cualquier funcionario con plaza que haga su trabajo no deberia de temer por su trabajo. Pero los pocos que no hacen su trabajo son los que dan mala imagen al resto de funcionariado. Y la normativa laboral de los funcionarios es TAN garantista que prácticamente convierte a los funcionarios en inviolables.
Por la buena imagen del funcionariado, los propios funcionarios deberian estar de acuerdo con esta propuesta.
#5 En este país ¿existe alguna situación en la que el funcionariado pueda tener una buena imagen?
#8 ya conoces el refrán, hace falta muy poco para perder la confianza y mucho para recuperarla.
Respondiendo a ti pregunta, si, si es posible, pero los propios funcionarios tienen que tener mano de hierro con los compañeros que no cumplen, porque son esos los que le dan mala fama a todos.
#9 Un compañero no tiene la función de controlar al colega de al lado, es la inspección la que tiene esa función. Hay carestía de inspectores en la Función Pública y no interesa emplear a más.
#5 Es que lo único que puede evitar puertas giratorias y esas cosas que criticamos de los políticos es la inamovilidad en el empleo (no lo digo yo, es de lógica y lo dice el art. 1.3e) del EBEP)
Por otro lado, es trabajo de la inspección realizar el control y supervisión. Son ellos los que debemos preguntarnos por qué no funcionan como deberían.
Apartando las codiciosas manos de nuestros políticos de la Oferta de Empleo. De todas las Administraciones.
Eso lo primero, luego ver donde falta personal. Yo hablo desde la AEAT, vulgo Hacienda, somos 23.000 funcionarios para 46 millones de españoles. Tenemos los mejores sistemas informáticos pero NO tenemos personal físico para las comprobaciones "normales", no te digo ná sobre las "especiales"
Y en los próximos 5 años se va a ir jubilando un alto número de compañeros.
Sin hablar de las necesidades en Sanidad y Educación. Parece que nuestros amados amos quieren que el sistema del Estado del Bienestar se vaya a la mierda.
#1 No dudo que los políticos usen las OEP con criterios espurios. Pero esa identificación de "donde falta personal" no es algo técnico y aséptico, es y debe ser una decisión orientada a la consecución de objetivos políticos. Y no debe desligarse de ahí.
Si la gente vota opciones políticas encaminadas a reforzar el sistema público de salud sin recurrir a la externalización, se deben ampliar las plantillas de empleados públicos de los cuerpos sanitarios. Por contra, si el voto tiende a opciones que plantean la externalización o el adelgazamiento del sistema público de salud, debe ser justo al contrario.
Nos hemos acostumbrado a echar la culpa a la clase política con mucho más interés del que procuramos a depositar votos en opciones políticas que propongan cosas afines a nuestros intereses.
artículo muy interesante, creo que realiza un análisis muy acertado de los problemas de los recursos humanos de la administración pública.
Para empezar, en manejar mejor el idioma: «deber» + infinitivo expresa obligación o suposición y «deber de» + infinitivo solamente indica suposición [1]
[1] https://www.fundeu.es/recomendacion/deber-de-infinitivo-obligacion-suposicion/
Lo primero y esencial es comprender que por algo está el principio de "inamovilidad" del funcionario público: para garantizar la objetividad, profesionalidad e imparcialidad en el servicio (no lo digo yo, lo dice el EBEP) y que por tanto, se debe reconvertir los empleos temporales en abuso de temporalidad en fijos, como se hace en el sector privado a los 3 años, por cierto, por legalidad, por justicia y por la objetividad y calidad del Sector Público.
Es muy gracioso que se digan tantas cosas para mejorar la calidad de la Administración Pública cuando se han estado encargando en los últimos años de cargársela precarizando el empleo en todos los sectores (educativo, sanitario, judicial, policía...) Por otro lado: se olvida de exigir cosas también a los puestos de libre designación, que curiosamente son los cargos de más alto nivel, como subsecretarios, pero a los que menos se exige (sólo que los elija el político de turno) y que tienen capacidad para tomar las decisiones más importantes.